— Vamos al Super por unos chicles.
— ¿Traes dinero?
— No, vamos a robarlos.
— ¿Estás loco o qué?
— No, ya lo pensé tú lo asaltas y yo manejo el auto.
— ¿Cuál auto?
— El que me voy a robar con la pistola.
— ¿Cuál pistola?
— La que le voy a robar a el policía.
— ¿Cuál policía?
— Al que le voy a hablar por teléfono.
— ¿Cuál teléfono?
— El que le voy a robar a esa viejita.
— ¿Cómo le vas a robar a la viejita?
— Con el cuchillo que me voy a robar de ese puesto de tacos.
— Cuál puesto de... Espera, ¿no sería más fácil solo entrar al Super, tomar los chicles y salir corriendo?
— No mames, eres toda una mente criminal jamás habría pensado en eso
